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23 septiembre 2016

EL PALACIO DEL BUEN RETIRO, 2ª PARTE (Los Borbones): COSAS DEL RETIRO 6

Segunda entrega del Palacio del Buen Retiro, en esta entrega vamos a ver la evolución del palacio con los Borbones.

Felipe V, entra en Madrid el 18 de febrero de 1701 y visita el Buen Retiro recibiendo las llaves de manos del su alcaide, Diego Mexía Felípez de Guzmán. Los jardines estaban deteriorados y descuidados. Sin embargo, tal estado no evitó que se realizaran las celebraciones de su coronación el 8 de marzo en Los Jerónimos. Los planes de mejora tuvieron que posponerse durante aproximadamente tres lustros, al comenzar la Guerra de Sucesión Española.

Felipe V, fuente Wikipedia

Al retomar el reinado, Felipe V pidió un informe a Juan de Morales. Tras ello, se encargaron las obras de restauración a Teodoro de Ardemans. Se repararon entonces los jardines, en los que se abrieron espacios,se cerraron tapias, se reparó el adoquinado la Plaza Grande. Las dependencias del Palacio se encomendaron al arquitecto francés René Carlier. De estas reformas cabe destacar el desmantelamiento del estanque ochavado por otro de influencia francesa al estilo de Versalles, que se denominó el Parterre (Vease http://miradasdemadrid.blogspot.com.es/2016/01/cosas-del-retiro-4-entrega-el-parterre.html) Se comenzaron en 1713 las operaciones de desmonte y nivelación de los jardines hasta que en 1715 se finalizaron. En 1714 fallece la reina María Luisa de Saboya en el Palacio. El rey se  casa de nuevo, siendo Isabel de Farnesio la elegida. Esta nueva reina sentía un manifiesto desagrado por el Buen Retiro y ejerció su influencia para detener las obras de restauración y desviar los esfuerzos hacia La Granja de San Ildefonso.

Parterre del Retiro, foto José M. Bustos

Un incendio en el Real Alcázar de Madrid la noche de Navidad de 1734 hizo que la familia real se instalase en Palacio del Retiro. Este incidente hizo que se volviese a retomar la idea de renovar los jardines y el Palacio. Durante las obras de remodelación del Palacio aconteció la inesperada muerte de Felipe V el día 9 de julio de 1746. En uno de los jardines del Buen Retiro se proclamó rey a su sucesor, Fernando VI. Las reformas siguieron adelante; se reformó el Real Coliseo, que llegaría a dirigir Farinelli; también se restauraron los jardines, y en el Gran Estanque volvieron a circular barcas y en las noches de verano se ejecutaban serenatas. Pocos años después moría la reina Bárbara de Braganza y el rey, que se había retirado a Villaviciosa de Odón, fallece el día 10 de agosto de 1759.

Carlos III, estatua jardines Sabatini, foto José M. Bustos

A la muerte de Fernando VI se convierte en Rey su hermanastro Carlos III que era rey de Nápoles. Al poco de comenzar su reinado decidió crear una fábrica de porcelanas en el Retiro. Encargó a su hombre de confianza, el Marqués de Esquilache. Se elige como emplazamiento de la fábrica el lugar donde se encuentra la ermita de San Antonio de los Portugueses. Se desecaron algunos de los estanques y se construyó el edificio fabril. Pronto comenzó la producción esta fábrica era conocida por los madrileños como La China. La fábrica fue concebida desde su inicio como proveedora de la Real Casa, sus productos están repartidos por todos los Reales Sitios en la actualidad.

Puerta principal Jardín Botanico, foto José M. Bustos

Con este rey si sé que emprenden grandes reformas (como en el resto de la ciudad). En 1767 se abren los jardines al público, aunque con ciertas restricciones, se restaura la ermita de San Juan para dar acomodo a la guardia Suiza y española.
 Carlos III habitó durante cuatro años de su reinado el Palacio del Retiro; durante ese tiempo restauró y mantuvo los desperfectos, pero no realizó ampliación alguna en los edificios. El día 1 de diciembre de 1764 se trasladó al nuevo Palacio Real de Madrid, abandonando como residencia definitivamente el Buen Retiro.
 El 19 de abril de 1766 decide que algunas partes del Palacio den acomodo a los regimientos de infantería y caballería. En 1767, aconsejado por su ministro, el Conde de Aranda, se inicia la reforma del Paseo del Prado tarea que se encomienda a diversos arquitectos: Ventura Rodríguez, Sabatini, Juan de Villanueva, José de Hermosilla y otros.

Puerta de Alcalá, foto José M. Bustos

Dentro del ambicioso plan, se renovó la antigua Puerta de Alcalá, tras las numerosas críticas de los madrileños de la época. La nueva puerta varió la ubicación de la anterior, y tuvo la intención de conmemorar la llegada de Carlos III a Madrid. El diseño fue encargado a Francisco Sabatini que comenzó la construcción en 1768. Tras algunas interrupciones, se acabó en 1778.


Fuente de la Alcachofa en el Retiro, foto José M. Bustos

José de Hermosilla presentó al Rey la reforma integral del Paseo del Prado, desde Atocha a la Plaza de Cibeles. Se diseñó un triple paseo en forma circo-agonal, embellecido por zonas arboladas y fuentes con motivos mitológicos: la Fuente de la Alcachofa, la Fuente de Apolo, la Fuente de Cibeles (inaugurada en 1782, no funcionó hasta el año 1792) y la Fuente de Neptuno.

Fuente de Cibeles, foto José M. Bustos
La reforma del Paseo del Prado hizo que se pensara en emplear parte del espacio del Buen Retiro en un Jardín Botánico, finalizando su construcción en 1781. En 1875 se inicia la construcción del Gabinete de Historia Natural y Academia de Ciencias Exactas, actual Museo del Prado y el Observatorio Astronómico, proyectados ambos por Ventura Rodríguez.


Jardin Botanico, foto José M. Bustos


Gabinete de Historia Natural hoy Museo del Prado, foto José M. Bustos 

Observatorio Astronomico, foto José M. Bustos

El siglo XIX, con los reinados de Carlos IV, Fernando VII e Isabel II, fue verdaderamente catastrófico para el Real Sitio. Durante la Guerra de la Independencia, con el reinado de José I las tropas francesas de Napoleón saquearon totalmente el monasterio de los Jerónimos, ocuparon el Palacio como cuartel y arsenal, Murat decidió acuartelar sus tropas en El Buen Retiro. La situación del mismo, en uno de los puntos más elevados de la villa, le convertiría en un reducto militar idóneo durante el asedio de la ciudad. Un regimiento de infantería de dos mil hombres ocupó en pocos días el recinto real.. El ataque a la ciudad el 2 de mayo se efectuó desde El Retiro. Los franceses dejaron muy malparado el edificio. Además, en el transcurso de la guerra, quedó totalmente destruida la Real Fábrica de porcelana y los jardines fueron excavados y desmontados, los árboles talados, se crearon tres recintos fortificados y numerosos edificios del real sitio fueron demolidos o convertidos en arsenales.

Fernando VII el Rey Felón, fuente wikipedia

Durante el reinado de Fernando VII el estado general del Palacio Real era lamentable, tras demolerse las fortificaciones francesas y las ruinas del palacio, del que tan solo quedaron en pie el Casón con un magnífico techo pintado por Luca Giordano y que en 1834 se destinó a albergar las sesiones del estamento de próceres y en 1841 el Gabinete Topográfico y el ala donde se ubicaba el Salón de Reinos -alquilada en 1841 para Museo de Artillería.

Casita del Pescador, foto José M. Bustos 
El rey reservó para su uso personal y de su familia una zona exclusiva dentro del recinto, el Reservado, donde se trazaron nuevos bosques y paseos. En él se construyeron los llamados Caprichos, edificaciones de pequeño tamaño, con fines lúdicos, que llevaban nombres muy en sintonía con lo que era en ese momento la moda de los jardines románticos: la Casita del contrabandista, el Salón oriental, la Casita del pescador, el Mirador o Montaña artificial, la Casa del pobre y el rico. También se construyó la Casa de fieras  (Ver http://miradasdemadrid.blogspot.com.es/2016/05/cosas-del-retiro-5-la-casa-de-fieras.html) y el Embarcadero del gran estanque.El palacio del Retiro perdió su carácter de residencia regia.

Salon de Reinos, foto José M. Bustos

El monasterio de los Jerónimos, quedó muy arruinado, sufriendo un golpe definitivo con la Desamortización de Mendizábal de 1836. Desaparecieron casi todas las dependencias conventuales, restando, aunque maltrechos, la iglesia y el claustro barroco, obra de Fray Lorenzo de San Nicolás. El templo tuvo que ser casi enteramente reconstruido bajo Isabel II.

Los Jeronimos, foto José M. Bustos

Los Jeronimos, foto José M. Bustos

Claustro de los Jeronimos, foto José M. Bustos

La reina, inició en Madrid las primeras reformas modernas de la ciudad con un carácter claramente privatizador y cedió una parte de El Retiro al Estado. Éste inició la urbanización de una serie de zonas hasta entonces pertenecientes al recinto real. Se promovió la apertura de nuevas calles y la construcción de edificios en una zona aledaña al Retiro. Se perfiló el barrio de los Jerónimos, entre el Museo del Prado y la calle de Alfonso XII, zona residencial privilegiada de la aristocracia y burguesía decimonónicas. Una magnífica verja de hierro de un kilómetro de extensión separó El Retiro del nuevo barrio.

Fuente el Mundo, Restos del Palacio del Buen Retiro en 2016

Hasta la Revolución de 1868 los jardines estuvieron acotados con verjas y tapias y se mantuvieron dentro de ellos zonas reservadas exclusivamente a la familia real. Tras la salida de España de Isabel II el Gobierno provisional cedió al Ayuntamiento de la capital los jardines como parque de recreo público.
A partir de aquí ya es la historia del Parque del Buen Retiro que ya estamos contando en otras entradas (ver serie Curiosidades del Retiro)

BIBLIOGRAFÍA


NOTA
Podéis utilizar todo el material de esta entrada pero por favor mencionar la fuente.


07 septiembre 2016

EL PALACIO DEL BUEN RETIRO, 1ª PARTE (Los Austrias): COSAS DEL RETIRO 6

A día de hoy es poco lo que queda en pie del antiguo Palacio del Buen Retiro pero en esta entrada vamos a conocer su historia: de donde surgió, por qué se construyó, como fue, como se modificó y como acabó.

En rojo Salon de Reinos, en amarillo el Casón del Buen Retiro, El mapa es de google maps

En una primera aproximación podemos decir que El palacio del Buen Retiro fue un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones diseñado por Alonso Carbonel (h. 1590–1660) y construido por orden de Felipe IV el llamado Rey Planeta, como segunda residencia en Madrid además del Alcázar y lugar de recreo. Se edificó en lo que entonces era el límite oriental de la ciudad de Madrid. Hoy en día, como ya hemos dicho, queda muy poco del mismo solo está en pie el Salón de Reinos y el Casón del Buen Retiro y por sus jardines que hoy conforman el Parque del Retiro.

Felipe IV de Velazquez en la National Gallery, fuente wikipedia

El palacio tuvo su origen en el Monasterio de San Jerónimo. A finales del siglo XV, siendo rey Enrique IV de Trastamara, era habitual que la corte se desplazase de una ciudad a otra dentro de su reino las ciudades y villas se disputaran los favores de la capitalidad. Ya en 1460 la elección se inclinaba por la Villa de Madrid y esta predilección se hacía notar por las frecuentes visitas que hacía. El rey ofreció a la Orden jerónima la fundación de un monasterio, en concreto sobre la zona denominada en la actualidad San Antonio de la Florida. En origen, el Monasterio de los Jerónimos se denominó de "Santa María del Paso", y fue inaugurado el 6 de mayo de 1465. Durante su reinado, Enrique IV ofreció diversos regalos y privilegios a la orden Jerónima. Tras la muerte del rey, los monjes se vieron aquejados de fiebres reumáticas y otras enfermedades causadas por lo insalubre del terreno. Esta situación hizo que elevaran una petición a los Reyes Católicos para el traslado del monasterio a otro lugar dentro de la Villa de Madrid.

Palacio del Buen Retiro de Juseppe Leonardo, fuente Wikipedia

Los monjes eligieron la zona oriental de la ciudad. Este lugar, de condiciones más saludables, se encontraba extramuros, con agradables arroyos, manantiales, huertas y vientos saludables de la sierra. Se emplearon materiales del antiguo monasterio del Paso. Fernando el Católico reunió Cortes en el nuevo Monasterio entre 1510 y 1512 . Se hicieron entonces unos aposentos para que los Reyes descansasen tras asistir a las celebraciones religiosas denominados "cuartos reales" dentro de dependencias de los monasterios era habitual; los monjes jerónimos se convirtieron así 'aposentadores reales'. Felipe II encargó a Juan Bautista de Toledo la remodelación del "Cuarto Viexo e San Jerónimo" añadiendo diversas estancias adosadas al ábside de la iglesia del Monasterio de San Jerónimo (muy cerca del actual emplazamiento del Museo del Prado) y al que el monarca pudiera retirarse durante los periodos de cuaresma, penitencia o luto.

Felipe II de Tiziano fuente Wikipedia

En 1629 Felipe IV, por sugerencia de su valido don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, decidió ampliarlo, y utilizó para ello los terrenos de la finca que ese mismo año el privado le había cedido en las inmediaciones del convento jerónimo
Con motivo de la jura al príncipe Baltasar Carlos, se inician unas obras de acondicionamiento del Cuarto Real (1630), cuyo fin es dotarlo de nuevas habitaciones para la Reina; en 1632 se hacen los jardines contiguos a las nuevas estancias y comienzan las obras de la galería de Toledo, donde se distribuirán las habitaciones de los infantes. También se realiza en este año el primer pago para la construcción de la ermita de San Pablo, accesible a través de un paseo arbolado que forma eje con el jardín de la Reina. El proceso constructivo de un nuevo Palacio real está en marcha, sin proyecto general ni concepto ordenador. . Felipe IV dio al nuevo palacio el nombre de «Real Sitio del Buen Retiro» mediante una pragmática de 1 de diciembre de 1633.

Palacio del buen retiro fuente alargosarte 

Una vez estuvo terminado, el palacio constaba de más de 20 edificaciones y dos grandes plazas abiertas que se empleaban para festejos y actos de diversa índole. El conjunto palaciego estaba rodeado de una gran extensión de jardines y estanques, dado el carácter lúdico del mismo. Entre las construcciones se encontraba una de las primeras meridiana solar construida en España. Los dos sitios reales de Madrid se encuentran en los extremos de la ciudad: el Alcázar al oeste y el Palacio del Buen Retiro al este. Se establece así un curioso diálogo de poder entre ambos palacios, que traza un significativo recorrido de ida y vuelta que atraviesa el corazón de la villa y corte y que ayudó al desarrollo de la ciudad.


Palacio del buen retiro fuente alargosarte 


Felipe IV solía pasar sólo algunos días al año, generalmente en verano en esta su segunda residencia, pero aun así se hizo una importante campaña para dotar a este palacio de un nivel artístico y ornamental a la altura del propio Alcázar, la residencia habitual. La escasez de pinturas antiguas en el mercado llevó a encargar extensas series a pintores de Roma y Nápoles, lo que requirió gestiones de embajadores y demás funcionarios al servicio de Felipe IV. Parte de dichos cuadros subsisten en el Museo del Prado. Por ejemplo, para el Salón de Reinos, se encargó una serie conmemorativa de triunfos militares españoles, a la cual aportó Velázquez su famoso cuadro Las lanzas. Otros cuadros de la serie se deben a Zurbarán, Antonio de Pereda, Juan Bautista Maíno y Vicente Carducho.

Alazado Salón de Reinos fuente Museo del Prado

El Salón de Reinos fue el gran salón de ceremonias y fiestas del Buen Retiro. Su complejo programa decorativo, que evocaba el pasado, el presente y el futuro de la Casa de Austria y celebraba los triunfos del reinado, era una afirmación resonante del poder de la monarquía española. El salón, un recinto alargado de 34,6 metros de largo por 10 de ancho y 8 de alto, ofrecía posibilidades que no se desaprovecharon. Un balcón de hierro corría alrededor de la estancia, para que desde él los cortesanos pudieran contemplar los espectáculos que se ofrecían abajo. Veinte ventanas daban la luz necesaria para iluminar las pinturas y muebles.

Salon de Reinos, Foto José M. Bustos

Estaba pintado de blanco, con arabescos dorados en las paredes y el techo. En la bóveda, más arriba de las ventanas, se pintaron los escudos de los veinticuatro reinos de la monarquía española- El pavimento era de ochavos de terracota y azulejo vidriado, y había consolas de jaspe entre las diez ventanas grandes de abajo y flanqueando las dos puertas de los testeros oriental y occidental. Junto a cada una de las doce consolas se alzaba un león de plata rampante con las armas de Aragón.

Interior Salon de Reinos, fuente amigosdelmuseodelejercito.com

Salon de Reinos, recreación, fuente Museo del Prado

Salon de Reinos foto José M. Bustos

Descripción del Real Sitio del Buen Retiro
Concebido como sitio de recreo el Buen Retiro constituyó un escenario idóneo para el cultivo y disfrute del arte, el rey era un enamorado de las artes, teatro, pintura, poesia, y para fastuosas fiestas que demostrasen al mundo el poder y la riqueza de la monarquía española por ello, las construcciones están siempre volcadas a los espacios exteriores, y éstos son los auténticos generadores de la arquitectura. El lenguaje es sobrio y austero de cara al exterior (el conocido como estilo severo de los Austrias) y lujoso y sofisticado en el interior. De hecho, no presenta una fachada palaciega, ni un eje de simetría, ni entrada principal enfatizada, ni una relación con la ciudad a través de sus volúmenes.

Placio Buen Retiro fuente Wikipedia

El Real Sitio era de enormes dimensiones: su superficie aproximada de ciento diez hectáreas. La entrada se encontraba al final de una cuesta denominada Prado Alto o Cuesta de los Caballeros y podía accederse a él por cada una de las seis puertas de las Casas de Oficios. En algunos de los amplios patios interiores se celebraban corridas de toros. Dentro del volumen exterior del Palacio, destaca el llamado Casón, (existe a día de hoy en la calle Alfonso XII) adornado con jardines de parterres de flores (Ver entrada http://miradasdemadrid.blogspot.com.es/2016/01/cosas-del-retiro-4-entrega-el-parterre.html). 


Casón del Buen Retiro, foto José M. Bustos

Este edificio fue proyectado y construido por Alonso Carbonell en 1637 para dedicarlo a salón de baile de la Corte. Algunas de las dependencias del Palacio se convirtieron en teatro. Se sabe de la distribución de su interior por la cartografía de Teixeira, sí había recorridos marcados por cursos de agua o grandes paseos arbolados, todo ello salpicado con las ermitas.

 La afición por el teatro de Felipe IV hizo que se instalase un teatro, en el que se estrenaron muchas obras de los mejores dramaturgos españoles del Siglo de Oro. Actuó allí también María Calderón, llamada La Calderona, célebre actriz con la que el Rey tuvo un hijo bastardo, Juan José de Austria.


Cason del Buen Retiro foto José M. Bustos

El agua se utiliza como un elemento destacado del conjunto, fuentes, rios, canales y los estanques. Entre los siete u ocho estanques con los que contaba el jardín, destacaba uno de ellos por su enorme tamaño: el Estanque Grande (véase entrada http://miradasdemadrid.blogspot.com.es/2015/05/cosas-del-retiro-1-entrega-el-estanque.html) que todavía se conserva y que ya existía en una primera versión en época de Felipe II. 


Estanque Grande foto José M. Bustos

Terminado en 1637 constituía un enorme depósito de agua de una compleja red hidráulica, necesaria para el funcionamiento de las fuentes y otros artificios acuáticos, que resultaba indispensable para el regadío de árboles y huertas. En él, además de organizarse excursiones en barca, naumaquias o batallas navales entre flotas en miniatura y regatas, se construyeron seis pescaderos desde los que se podían echar las cañas para pescar sus abundantes peces. Las albercas y estanques estaban conectados mediante canales, entre los que destacaba el llamado Río Grande, concluido en 1639. Semejante red fluvial permitía la navegación en pequeñas galeras construidas a imitación de las de verdad, o en exuberantes góndolas traídas de Italia.

Estanque Pequeño de Thomas Lopez 1763, fuente fronterad.com

Entre los atractivos de los jardines del Buen Retiro, debemos recordar que contaba con una serie de ermitas. Su arquitectura no era muy rica, y al igual que en el Palacio predominaba el ladrillo en los muros, la piedra en las molduras de puertas y ventanas, y la pizarra en los chapiteles de los tejados No sólo eran lugares de culto retirado, provistos de su propio parque, sino también focos de vida profana, donde se celebraban reuniones, festejos, recepciones, banquetes oficiales o meriendas de campo. En la ermita de San Isidro, un estanque adyacente permitía la práctica de la pesca; en la de San Juan, donde había una biblioteca, residía el alcaide del Palacio y, en ocasiones, el conde duque de Olivares; en las de Santa María Magdalena y San Bruno se organizaron meriendas y representaciones teatrales; la de San Antonio contaba con un foso navegable.


Carlos II fuente Wikipedia 

Las obras de mejora que se realizaron a comienzos del siglo XVII incluyeron la llegada de nuevas especies vegetales de diferentes jardines de España e Italia. Esta renovación hizo que aumentara la densidad vegetal en los jardines, existiendo árboles frutales, pequeños bosques, etc

Con Carlos II, el último de los Austrias, hubo pocos cambios en el Palacio del Retiro; solo a destacar que para el recibimiento a su segunda esposa (Mariana de Neoburgo), mandó construir al arquitecto Melchor de Bueras una puerta monumental, la denominada Puerta de Felipe IV, que se alzó cerca del Palacio, sustituyendo la antigua Puerta de los Caballeros. Esta puerta se conserva en la actualidad, bien que en un emplazamiento distinto del original (véase http://miradasdemadrid.blogspot.com.es/2016/01/cosas-del-retiro-4-entrega-el-parterre.html.)


Puerta de Felipe IV, foto José M. Bustos


BIBLIOGRAFÍA


NOTA
Podéis utilizar todo el material de esta entrada pero por favor mencionar la fuente.