Felipe IV, el rey Planeta ha pasado a la Historia por muchos motivos de política, economía, guerras, etc. también era un consumado amante, es decir, que tuvo muchos amantes ya que le iba mucho el galanteo y el fornicio. Picaba en todas las clases sociales: princesas, criadas, menestrales, novicias, prostitutas, artistas…… El chico era voraz y sus numerosas aventuras dieron como resultado una treintena de hijos bastardos.
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, fuente Wikipedia |
En esta entrada quiero contaros una anécdota que surgió con una de sus más destacadas amantes: María Inés Calderón, también llamada la Calderona o la Marizápalos. El rey entonces estaba casado con Isabel de Borbón, personaje importante en esta historia como veremos más adelante
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos |
Inés, según algunas fuentes era una niña nacida de un amor furtivo y que encontraron a las puertas de la casa del escritor Calderón de la Barca, quien la adoptó como hija suya, sin embargo es algo poco probable cuando nace Inés en 1611 el famoso literato del siglo de oro tiene 11 años.
La niña creció en el ambiente de las Letras y finalizó siendo actriz de teatro, la más afamada de su época. Destacaba por su inteligencia y conocimientos, muy por encima del de las mujeres de la época ya que solo algunas de clases altas sabía leer y escribir, este atributo le hacía más atractiva.
A destacar que el Madrid del Siglo de Oro era único en el aspecto que era el único sitio de Europa, junto al resto del reino español, que permitía a las mujeres a ser actrices, por ejemplo en la Inglaterra de Shakespeare los papeles femeninos los interpretaban los hombres. Ese Madrid de los Corrales y mentideros de literatos y poetas como el de la calle del León (véase http://miradasdemadrid.blogspot.com/2018/04/mentideros-de-madrid-1-el-mentidero-de.html)
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos |
Felipe IV la conoce una noche en el Corral de comedias de la Cruz, a donde dicen que accedía a través de un pasadizo secreto. El rey, muy enamoradizo él, quedó prendado de la belleza y la gracia de Inés y tras someterla a acoso y derribo la convirtió en su amante, aunque por aquel entonces la actriz estaba casada y además mantenía un romance más o menos regular con el duque de Medina de las Torres, Ramiro Núñez de Guzman, yerno viudo del Conde Duque de Olivares, vamos que Felipe e Inés tal para cual.
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos |
El rey le concedió muchos parabienes, pero en uno de ellos se pasó al herir el orgullo y el honor de la Reina que eso de las amantes lo sobrellevaba más o menos pero no soportó que Felipe colocase a su amante en un asiento del mismísimo Balcón Real de la Plaza Mayor de Madrid a su amante para que desde allí junto al rey contemplase los distintos eventos que se celebraban en este lugar. La reina no pudo soportar esa publica humillación y montó en cólera. Obligó a Felipe a alejarla del Balcón regio para siempre.
El rey que aún seguía prendado de Inés para solucionar el problema compensó este agravio con un lugar exclusivo para su amante, mandó construir un balcón para ella sola en un sitio, enfrentado al Balcón Real en la Casa de la Panaderia, que ha quedado para la historia como el balcón de Marizápalos, o balcón de la Calderona.
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos, el balcón de la Calderona enfrentado al balcón Real en la Casa de la Panadería. |
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos |
Para terminar esta historia comentar que de esta febril relación nace Juan José de Austria, al que reconoció, ya en su adolescencia, como suyo, pese a que fue bautizado como hijo de la tierra nombre con el que inscribía en el libro de bautismos a los niños “sin padre” en la parroquia de San Justo y San Pastor.
Cuando Inés terminó su relación con Felipe IV ingresó en el monasterio de San Juan Bautista, en Valfermoso de las Monjas, Guadalajara, típico sitio para alejarla y quitarla de en medio.
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| Miradas de Madrid (MdM) El Balcón de la Calderona, foto José M. Bustos |
CIBERGRAFÍA
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