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22 marzo 2019

LEONARDO Y MADRID


Este año se celebra el V Centenario de la muerte de Leonardo Da Vinci (1452, Anchiano, Italia - 1519, Amboise, Francia) el Genio del Renacimiento.
La intención de esta entrada ver las conexiones que tiene la obra de Leonardo con la Villa de Madrid.

El genial italiano tiene 21 obras de pintura repartidas por el mundo, 3 en Estados Unidos, 2 en Inglaterra, 6 en Francia, 7 en Italia, 2 en Rusia y 1 en Polonia.
Entonces, en Madrid, ¿qué es lo que tenemos de Leonardo?. Tenemos de forma permanente dos obras de Leonardo: Los Códices de Madrid y un cuadro: La Gioconda del Prado, del que contaré la relación que tiene con el genio italiano.Temporalmente podemos disfrutar también de la Tavola Lucana autorretrato de Leonardo.

Leonardo y Madrid: Tavola Lucana fuente esmadrid.com

Para conmemorar el aniversario en Madrid se ha montado una exposición que se llama Leonardo da Vinci: los rostros del genio. La muestra tiene dos sedes, el Palacio de las Alhajas en la Plaza de las Descalzas y la BNE.

Leonardo y Madrid:  fuente esmadrid.com


En el Palacio de las Alhajas la exposición comienza con un gran cubo con los posibles rostros de Leonardo, una forma de reflejar "la mente poliédrica de Da Vinci y la transversalidad de su conocimiento", como ha explicado Gálvez en la presentación de esta exposición, que enseña cómo para él era tan importante la obra acabada como la inacabada.


Imágenes de los coetáneos de Da Vinci acompañan a reproducciones de sus principales obras pictóricas, entre las que destacan "La última cena" y " La Gioconda" y sus trabajos preparatorios, junto a sus estudios de anatomía que abordó tanto con un propósito artístico como científico. También podemos ver numerosas maquetas tanto físicas como virtuales de las avanzadas máquinas e ingenios ideadas por el genio.


Leonardo y Madrid: Palacio de las Alhajas fuente guiasviajar.com

Como ya hemos dicho, en la muestra podemos ver por primera vez en España la "Tavola Lucana", descubierta en 2008 por el historiador de arte Nicola Barbatelli, quien ha asegurado hoy que es el único retrato que reúne todas las condiciones para asegurar que representa al maestro florentino.


Leonardo y Madrid:  fuente esmadrid.com

En la Biblioteca Nacional podemos ver dos de las obras más preciadas de sus abundantes fondos: los Códices Madrid I y Madrid II de Leonardo da Vinci.


Leonardo y Madrid: fuente esmadrid.com

Redactados en torno a 1500 con su escritura inversa, es decir, de izquierda a derecha ya que Leonardo era zurdo. Permanecieron extraviados durante 150 años y son dos de las mejores obras del genio Leonardo de Vinci. Llegaron a España gracias a Pompeo Leoni, escultor de Felipe II y, tras una azarosa vida, cayeron en el olvido después de pasar por manos tan ilustres como las de Juan de Espina, amigo íntimo de Francisco de Quevedo. En 1712, los manuscritos fueron custodiados en la Biblioteca Real. Parece que que el extravío se produjo por culpa de las numerosas mudanzas de la colección real.


Leonardo y Madrid: Codice Madrid I fuente Biblioteca Nacional

El Códice I es un tratado de mecánica y estática mientras que el II es un estudio de fortificación, estática y geometría. Además de estos dos volúmenes podemos ver otras 32 obras de la colección de la BNE relacionadas con la vida y obras de Leonardo da Vinci, así como reconstrucciones de máquinas dibujadas en los códices por el maestro y de uno de los mayores proyectos que acometió, el enorme caballo diseñado para Ludovico Sforza.


Leonardo y Madrid:  fuente Biblioteca Nacional

La Gioconda del Prado

De este cuadro hay mucho que conta se trata de un oleo datado entre los años 1503 – 1519, sobre tabla de madera de nogal, 76,3 x 57 cm.


Leonardo y Madrid: La Gioconda del Prado,fuente National Geographic

Hasta el año 2011 esta pintura era considerada como una más de las muchas versiones del cuadro de Leonardo da Vinci, del que se diferenciaba ante todo por el fondo negro, la menor calidad del dibujo y la ausencia del característico sfumato leonardesco. La tabla procede de la colección real, donde probablemente se registra ya en 1666 en la Galería del Mediodía del Alcázar como una mujer de mano de Leonardo Abince.

Entre los años 2011 y 2012 se hace una restauración del cuadro. Producto de la misma se demostró que se trata de la copia de la Gioconda más temprana conocida realizada en el taller de Leonardo. La existencia del paisaje bajo el fondo oscuro se detectó a través de una reflectografía infrarroja y una radiografía. Análisis posteriores permitieron detectar que el repinte era posterior a 1750 y que debajo se conservaba el paisaje original en buen estado, aunque inacabado en algunas zonas.


Leonardo y Madrid: La Gioconda del Louvre ,fuente Pariscityvision.com


Las dimensiones de ambas figuras, la del Louvre y la del Prado, son idénticas y fueron quizá calcadas partiendo del mismo cartón. La prueba más evidente de que las dos obras fueron realizadas al mismo tiempo es que cada una de las correcciones del dibujo subyacente original se repite en la versión del Prado, lo que demuestra que su autor tuvo en cuenta elementos que Leonardo dibujó en las capas subyacentes pero no incluyó en la superficie.

Por todo lo anterior, el estudio del Prado propone que la copia la realizó un miembro del taller de Leonardo, próximo a Salai o a Francesco Melzi, los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje.


Leonardo y Madrid: Las Giocondas del Louvre y del Prado ,fuente madridiario
Leonardo y Madrid: Las Giocondas del Louvre y del Prado ,fuente El País

Las obras no son idénticas, los investigadores compararon las perspectivas de ambos cuadros utilizando referencias como la punta de la nariz de la modelo o una característica particular en las montañas. En cuanto a la forma sí que parecen exactas ambas pinturas, pero la del Prado tiene un 10% de más de relieve en el paisaje del fondo que la del Louvre. Si se juntan ambas pinturas bajo filtros cyan y rojo y unas gafas 3D, la Mona Lisa cobra vida a ojos del observador.
Dicho esto, hay quien dice que todo estaba programado por Leonardo para contemplar los dos cuadros juntos y con un determinado ángulo, eso daría una especie de efecto tridimensional creando una imagen estereoscópica al observador del cuadro.
Un poco de historia del cuadro:  Leonardo conoció hacia el año 1500 a Mona Lisa (Mona es el diminutivo de Madonna) cuando ésta contaba con 24 años de edad. Era esposa de un noble florentino el marqués Francesco del Giocondo.


Leonardo y Madrid: Las Gioconda del Prado en la exposición ,fuente madridiario

El marqués encargó a Leonardo un retrato de su esposa, parece que Leonardo se impresionó por la belleza de la joven y pintó el cuadro para el Marqués y otro para él.Según Giorgio Vasari, protegido de la célebre familia florentina de los Médicis, cuenta en sus Vidas de los mejores pintores que Leonardo abandonó Florencia dejando el retrato inacabado (coincide con lo encontrado en la restauración del cuadro madrileño), comenta  también que “en las cejas (de la Gioconda) se apreciaba el modo en que los pelos surgen de la carne, más o menos abundantes y, girados según los poros de la carne, no podían ser más reales”. Curiosamente la Gioconda del Louvre no tiene cejas ni pestañas y si las tiene la madrileña.
Otros especialistas, sin embargo, defienden que Leonardo a su marcha de Florencia, dejó el retrato inacabado al marqués Francesco del Giocondo con la intención de finalizarlo en otro momento. Otro historiador del arte, llamado Giovanni Paolo Lomazzo, publicó en el año 1584 un libro sobre pintura y añadió un detalle  que acabó por desconcertar a los estudiosos ya que habla claramente de “la Gioconda y la Mona Lisa”, dando a entender que se trataba de dos obras totalmente distintas. Efectivamente, podría tratarse de un error de interpretación ¿serían los dos cuadros originales?



Leonardo y Madrid: La Gioconda de Isleworth,fuente National Geographic


El famoso Rafael pintor italiano en el año 1504 tuvo la oportunidad de visitar el taller de Leonardo en Florencia. Allí observó el cuadro de la Mona Lisa y realizar in situ un boceto del mismo. En este boceto, conservado hoy en el mismo Louvre, se advierte un detalle, en el boceto de Rafael se pueden ver detrás de la dama dos columnas griegas; columnas que parecen haberse perdido en la versión del Louvre y que si están en la del Prado.
Otra teoría apunta a que cuando Leonardo trabajaba para la corte de Francisco I en 1517 recibió la visita de un cardenal que tuvo la oportunidad de estar en los aposentos del propio pintor, el secretario del prelado, puso por escrito el testimonio de lo que les relató el propio Leonardo. Según el texto, el primer cuadro era un San Juan Bautista vestido con los atributos del dios romano Baco; el segundo era Santa Ana con la Virgen y el Niño en su regazo y finalmente un cuadro de cierta dama florentina hecho del natural a instancias del fallecido Magnífico Juliano de Médicis. Muchos críticos creen que se trataba de la Gioconda que hoy se conserva en el Louvre. Si realmente Beatis vio el mismo cuadro que hoy cuelga de una de las salas del Louvre, la dama en cuestión no sería en absoluto la Lisa del Giocondo sino Constanza d’Avalos, la amante de Giuliano de Médicis. Y podría ser cierto ya que la mujer del Louvre muestra una edad que supera la treintena, como sucedía con Constanza d’Avalos, y no da la sensación de tener poco más de 20, como el caso de la verdadera Lisa del Giocondo.

Para liar más el tema hay otra copia en Inglaterra que también se atribuye ser la original la llamada Gioconda de Isleworth. Es una obra más grande que el retrato del Louvre (77 por 53 cm), se encuentra inacabada al estar el paisaje del fondo apenas esbozado, tienes cejas y pestañas. era la presencia de dos columnas griegas al final de la galería en la que posaba la joven florentina, dando la razón así al boceto realizado en 1504 por Rafael en el estudio de Leonardo.


Leonardo y Madrid: fuente esmadrid.com

Yo desde luego como hijo de la Villa de Madrid creo que el original es la Gioconda del Prado, que la del Louvre es Constanza D´Avalos y la de Inglaterra una burda copia. Para reforzar esta opinión el hecho que la tabla del Prado es de nogal, la madera más noble para pintar un cuadro, y la del Louvre es de madera de chopo, una madera innoble para una obra de arte.

Dejo a cada uno que opine como quiera………

           
CIBERGRAFÍA


Leonardo interactivo, Biblioteca Nacional
Videos


NOTA 

Puedes utilizar toda la información contenida en esta entrada, pero por favor cita su origen y el nombre del Blog


10 marzo 2019

15 ANIVERSARIO DEL ATENTADO DEL 11M IN MEMORIAM


   11-M 2004








Ya han pasado 15 años del brutal y asesino atentado, estéril, sin sentido, cobarde…
Nunca os olvidaremos, cualquiera de nosotros podía haber cogido uno de los trenes o estar esperando en las estaciones para ir al colegio, a la Universidad al trabajo…….


15 aniversario del 11 M, Monumento a las victimas en Atocha, foto José M. Bustos 
Bosque de los ausentes en el Retiro, fuente Wikipedia

Esta salvajada no justifica ninguna causa ni ninguna religión es totalmente nauseabundo lo que un ser humano puede llegar a hacer cuando el odio es lo único que cuenta.

Actos como este demuestran lo más bajo y la vileza de la especie humana.


15 aniversario del 11 M, homenaje a las Victimas de la calle Tellez, foto José M. Bustos

NO OS OLVIDAMOS, MADRID NO OLVIDA.


03 marzo 2019

PRIMER CENTENARIO DEL PALACIO DE TELECOMUNICACIONES DE CIBELES 1919-2019


Este 2019 es un año de muchos aniversarios, uno de ellos es el del Palacio de Telecomunicaciones de Cibeles que cumple sus primeros cien añitos el próximo 14 de marzo.

Su autor es el inigualable Antonio Palacios que tanto ha dado a Madrid y que por ello todos los hijos de la Villa le estamos muy agradecidos. Con Don Antonio colaboró su inseparable Joaquin Otamendi.



I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, fuente diariomadrid.es 

A partir de 1870 las telecomunicaciones se incrementaron notablemente siendo muy importante el incremento de usuarios, adquiriendo un mayor auge en las ciudades, gracias a los avances en el transporte por ferrocarril, entre otros motivos. El edificio situado en la Puerta del Sol (La Real Casa de Correos) y que había albergado los servicios de
 distribución postal hasta entonces, poco a poco fue quedando pequeño y obsoleto.


I Centenario Palacio Cibeles, fuente Museo de Historia de Madrid 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 




Por eso en 1904 el Estado convocó un concurso para la construcción de un nuevo edificio que albergase los servicios de correos y telégrafos en un solar perteneciente a los desaparecidos Jardines del Buen Retiro.


I Centenario Palacio Cibeles, Plano de Teixeira ubicación del Palacio donde estaba la Ermita de San Juan en los Jardines del Buen Retiro

El proyecto ganador fue, como ya he indicado Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, dos jóvenes arquitectos que no superaban entonces los 30 años de edad.
En el proyecto conjugaron la monumentalidad y el carácter simbólico con la distribución funcional y racionalista de los espacios. Con la colocación de la primera piedra el 12 de septiembre de 1907 quedaban inauguradas las obras, que no finalizarán hasta 1918, siendo inaugurado por los Reyes, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, el 14 de marzo de 1919.


I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 


De piedra caliza blanca, el edificio es enorme, de estilo ecléctico neo plateresco, con una altura de 70 metros en cinco plantas y una superficie de 12.207 m2 sobre un solar de 30.000 m2. Combina influencias historicistas, especialmente del neo plateresco, con referencias estilísticas del Modernismo, la arquitectura norteamericana y la Secession vienesa. Se levantó sobre una amplia zona que había formado parte del Retiro, lo que obligó a la tala de 2.000 árboles, desde la actual calle de Alfonso XII hasta el paseo del Prado, para construir el señorial barrio de los Jerónimos. Justo en el lugar donde se encuentra este palacio estuvo la Ermita de San Juan, que fue derruida.


I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 


Destaca su grandiosa fachada que se adapta al trazado circular de la plaza mediante la combinación de volúmenes que consigue con las dos torres pentagonales que la flanquean y con las dos alas laterales que se proyectan, una hacia la calle de Alcalá y otra hacia el Paseo del Prado, en la que se abre un pórtico con columnas. Corona el edificio un cimborrio octogonal provisto de un reloj que se ve desde casi todo Madrid y que remata en una crestería con pináculos.



I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, azotea, foto José M. Bustos 


Los madrileños bautizaron popularmente al nuevo edificio como “Nuestra Señora de las Comunicaciones” como si de una gran catedral pagana se tratase.


I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos 


I Centenario Palacio Cibeles, "la rubia", foto José M. Bustos 


En el interior, el edificio, está dividido en dos cuerpos, uno orientado hacia la plaza de Cibeles, que estaba destinado a albergar las funciones de gestión y operaciones, y otro en la parte posterior, destinado a la dirección y administración. Ambos están separados por el denominado pasaje de Alarcón, un corredor que comunica la calle de Alcalá con Montalbán cuyas entradas están decoradas con arcos carpaneles y que recientemente y con la llegada del Ayuntamiento, se cubrió con una gran estructura metálica y cristal.  En uno de sus extremos el pasaje se abre formando un amplio patio que estuvo destinado a alojar, en su día, el parque móvil de reparto.



I Centenario Palacio Cibeles, Pasaje de Alarcón, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, Pasaje de Alarcón, foto José M. Bustos 
I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos 


El vestíbulo principal, al que se accede por una escalinata tiene planta cruciforme, tres niveles de arquerías de medio punto y cubierta acristalada, su diseño está inspirado en el Palacio de Cristal del Retiro, obra del que fuera maestro de Antonio Palacios, Ricardo Velázquez Bosco. En este espacio estaban ubicados los servicios de Correos, Telégrafos y Teléfonos; mientras que en la denominada Sala de Batalla se organizaba el reparto de la correspondencia.

En 2003 pasa a ser la sede de la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid y el salón de Plenos del Ayuntamiento.


I Centenario Palacio Cibeles, Interior detalle escalera, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, Interior detalle escalera, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, Interior detalle escalera, foto José M. Bustos 


El nuevo inquilino llevó a cabo un ambicioso proceso de remodelación, que dura varios años y que parece que no va a acabar nunca, que incluyó la creación de nuevos espacios de uso público, como varias salas de exposiciones y un auditorio, y la colocación de una cubierta de cristal sobre el pasaje de Alarcón y el antiguo aparcamiento de furgonetas.

Esta remodelación permitió recuperar algunos elementos arquitectónicos originales, como las vigas de hierro, de Ángel Chueca Sainz, los suelos acristalados de las pasarelas que recorren el vestíbulo principal o el tragaluz y los volúmenes de la antigua Sala de Batalla, hoy transformada en Salón del Pleno.


I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos 

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos


También se realzó buena parte de su decoración, como los azulejos de la casa Manuel Ramos Rejano o los motivos escultóricos que Ángel García Díaz realizó tanto para el interior como para la fachada.

En el año 2011 se abre al público con la posibilidad de acceder al torreón central, que actualmente hace la función de mirador, ofreciendo una de las vistas más bonitas de la ciudad.

Como curiosidad indicar que el edificio guarda pequeños detalles que son capricho de Antonio Palacios como sustituir el escusón central del escudo de la fachada por el blasón de Galicia. Donde deberían ir las tres flores de lis de la Casa Borbón, van el cáliz y las siete cruces gallegas. Un detalle prácticamente inapreciable a ras de calle.



I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos


Por último, indicar que el edificio es declarado BIC en la categoría de monumento en 1993, su fachada acoge algunas esculturas de gran valor, obras del romántico Ángel García. Entre ellas, destaca una figura femenina envuelta en motivos vegetales “la rubia”. A ella se suman, en las alturas de sus torres, los bustos de conquistadores como Magallanes o Hernán Cortes, y cabezas de diosas egipcias, romanas o aztecas



I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos


I Centenario Palacio Cibeles, Interior, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, azotea, foto José M. Bustos

I Centenario Palacio Cibeles, foto José M. Bustos



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