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18 octubre 2023

MINIATURA MADRILEÑA 12: LA TABERNA DE ANTONIO SÁNCHEZ

En la calle de Mesón de Paredes número 13 está la Taberna de Antonio Sánchez, una de las más antiguas de Madrid.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

No se conoce exactamente el año de apertura pero podemos afirmar por documentos que es anterior a 1787, anterior a la Revolución Francesa y a la existencia de los Estados Unidos, por ejemplo. Este dato es conocido porque en el Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial se comenta en ese año el traspaso del negocio dedicado al despacho de vino.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos


Ya en el siglo XIX era “un clásico” en Madrid  siendo lugar preferido para tertulias taurinas donde iban a debatir los matadores como Frascuelo, Lagartijo, Cara Ancha y Colita este último fue picador y también uno de los dueños que ha tenido el establecimiento como también lo fueron Cara Ancha y Frascuelo.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

En 1884 la adquiere Antonio Sánchez, su hijo (que luego fue el que continúa con el negocio) fue torero y retirado de los ruedos por una grave cornada. 


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

Son parroquianos de la taberna Don Pío Baroja, Marañón, Cossio, Belmonte, Camba, Ignacio Zuloaga … un sinfín de personajes que eran la “crema de la intelectualidad” del momento.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

La taberna hoy en día sigue con su decoración original  de 1830, eminentemente  taurina: cuadros y fotos de toreros, placas, cabezas de toros, uno de ellos ,que está en la entrada y de nombre Fogonero es el de la alternativa de Antonio Sánchez hijo cuyo padrino fue Ignacio Sánchez Mejías (el del famoso torero poema de Lorca: “ Eran las cinco de la tarde …”). 


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

Un templo de la tauromaquia madrileña del ayer y del presente. Hasta hay libros dedicados a ella: Historia de una taberna de 1947 de Antonio Díaz Cañabate y Historia de la Taberna más Antigua de Madrid Siglo XVIII y otras viejas Tabernas de Madrid de Antonio Pasies Monfor en 2018.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

Hay una leyenda curiosa de la taberna. En la Guerra de la Independencia con la ocupación gabacha de Madrid el Dos de Mayo en una de las reyertas entre patriotas y gabachos en la plaza del Progreso, hoy Tirso de Molina los madrileños dieron muerte a un oficial francés.

Para que el cadáver no fuera encontrado y los franceses tomasen represalias se les ocurrió la idea de echar al muerto a una tinaja de vino, de las que aún están en los sótanos de la taberna y cuyo vino fue llamado Vino del Francés.


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

Parece que ese vino cogió fama y se le denominaba el mejor vino de Madrid. La gente iba a la taberna a pedir ese vino. Según parece treinta años después retiraron los restos del infortunado gabacho pero la fama sigue viva.

¿Leyenda o realidad?


Miradas de Madrid (MdM): Miniatura 12, La Taberna de Antonio Sánchez, foto José M. Bustos

También eran famosas sus torrijas. El rey Alfonso XIII era un fans de las mismas y se las hacía llevar al Palacio Real.

Además de Taberna es restaurante donde por cierto se come fenomenal.






10 agosto 2016

ESCUDO DE MADRID DE LA ESTACIÓN DE TIRSO DE MOLINA

Hoy que tenemos cortada la línea 1 del metro de Madrid por obras le voy a dedicar una entrada al escudo cerámico de brillos metálicos  que hay en el vestíbulo de la estación de Tirso de Molina en su salida a la calle Conde de Romanones , para ellos vamos a hacer un poco de historia.


Foto José M. Bustos


La linea1 fue la primera en ser inaugurada, en concreto,  el 17 de octubre de 1919 Alfonso XIII ( pronto hará 97 años) inauguró  y cubría una distancia de tres kilómetros y medio, entre Cuatro Caminos, que se encontraba en el límite de la ciudad y era donde estaban las cocheras (hoy con polémica por su posible derribo) y la Puerta del Sol, con seis estaciones intermedias: Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), Chamberí (hoy sin circulación), Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía).

Primera linea del metro en 1919 fuente Wikipedia


Inauguración de la linea 1 del Metro de Madrid fuente ABC

La apertura al público se realizó el día 31 de ese mes y su uso regular comienza justo dos semanas después y es tal el éxito del nuevo medio de transporte que en el primer año es usado por más de 14 millones de usuarios. Dos años más tarde, se inauguraría la primera ampliación hasta la estación de Atocha. Respecto a su apertura al público, en el Abc se pudo leer: “hubo público que trasnochó para no perderse el espectáculo... La cola delante de las dos taquillas llegaba hasta la mitad de la calle de la Montera”.


Vagón 1919 fuente Metro de Madrid

Pero para saber algo de nuestro escudo sigamos con la inauguración la inauguración oficial del Metro de Madrid tuvo lugar la tarde del 17 de octubre de 1919. Pasadas las tres y media de la tarde el rey Alfonso XIII llegó a la glorieta de Cuatro Caminos acompañado por la infanta doña Isabel, el rey sus familiares y un grupo de periodistas emprendieron el primer viaje de la denominada línea 1, hasta la estación de la Puerta del Sol. El tren, formado por dos vagones, efectuó breves paradas en todas las estaciones para que los viajeros vieran las instalaciones.  En la estación de partida, Cuatro Caminos era donde estaba el escudo originalmente el día de la inauguración.


Foto José M. Bustos

El escudo es cerámico y de reflejos metálicos y forma parte de la decoración del vestíbulo de la estación de Tirso de Molina  (anteriormente estación de Progreso) en la salida a la calle Conde de Romanones,. La estación de Progreso fue inaugurada en diciembre de 1921 dentro del tramo de ampliación de la Línea 1 que unió Sol con la estación de Mediodía, hoy llamada Atocha. En 1939, con el cambio de denominación de la plaza en la que se ubica, pasó a llamarse Tirso de Molina.

Escudo de Madrid, foto José M. Bustos

La estación y su decoración es de Antonio Palacios (el arquitecto de Madrid), en el vestíbulo podemos ver una rica variedad colores. La bóveda está cubierta de azulejo blanco biselado, con frisos de cerámica de Toledo, en reflejo de oro y cobre, permanece sobre un plafón de azulejos de color blanco y azul. Los azulejos y la cerámica fueron los componentes que se utilizaron como medios decorativos durante las primeras etapas de crecimiento del suburbano, en las que participaron colectivos tan significativos como los de Santibáñez y Alfaraz.

Foto José M. Bustos

Como podemos ver hay estaciones de nuestra red de Metro que son auténticas joyas siendo en sí mismas obras de arte.
La próxima vez que paséis por esta estación fijaros en el maravilloso vestíbulo y en el protagonista de nuestra historia el Escudo de Madrid.


BIBLIOGRAFÍA



NOTA
Podéis utilizar todo el material de esta entrada pero por favor mencionar la fuente.


26 marzo 2016

CURIOSIDADES DE MADRID 5: LA ESTACIÓN DE METRO QUE TAMBIEN ES UN CEMENTERIO

Pues si señores, en Madrid tenemos una estación de metro que también es un cementerio, esa estación es la de Tirso de Molina de la línea 1 del Metro de Madrid.




Foto José M. Bustos

La explicación a este misterio es la siguiente: En el lugar donde se ubica a día de hoy la plaza de Tirso de Molina estuvo hasta el año 1834 el Convento de la Merced, desaparecido por la Desamortización de Mendizabal.



Convento de la Merced en Plano de Texeira 


Plaza Tirso de Molina en la actualidad fuente Google Maps


Ocupado  y saqueado por los franceses en 1808 vuelve a ser ocupado por los Mercedarios en 1814 y luego arrasado e incendiado en el levantamiento de 17 de julio de 1834 y luego desamortizado, como ya he indicado, en 1836 para la construcción de la nueva plaza.


Convento de la Merced, fuente fotomadrid

Como todos los antiguos conventos este de la Merced tenía un cementerio donde enterraban a los monjes fallecidos. Tras derruir el convento se decidió no trasladar los restos de los monjes y dejar el cementerio debajo de la explanada recién creada llamada Plaza del Progreso (también se llamó durante un breve espacio de tiempo Plaza de Juan Álvarez Mendizabal) hoy Plaza de Tirso de Molina, fraile y escritor madrileño que vivió en ese convento.


Plaza Tirso de Molina, foto José M. Bustos

Madrid, como en todas las ciudades antiguas, cuando se excava para construir el Metro, 86 años después, en 1920 se construye un tramo de la línea 1 del Metro de Madrid en las obras de la estación de Progreso los obreros fueron encontrando esqueletos y más esqueletos del antiguo y olvidado cementerio del convento.
Tras estudiar la situación las autoridades del momento decidieron trasladar "los restos que molestaban" a una galería que corre paralela a las paredes de los andenes de la estación (ver el video explicativo de un responsable de Metro de Telemadrid incluido en los enlaces de esta entrada) y dejarlos ahí para siempre.


Foto José M. Bustos

De esta forma, todos los días los pasajeros de metro conviven con los restos de los monjes solo separados de ellos por una pared y claro la imaginación popular ha difundido leyendas sobre ruidos extraños y fantasmas ( por ejemplo,ver articulo ABC del que incluyo enlace del fantasma de Tirso de Molina).

Hablemos de la estación de Tirso de Molina, para mi de las mas bonitas que tiene el Metro.
La estación abrió al público el 26 de diciembre de 1921  con el nombre de Progreso y con andenes de 60 m; este nombre fue cambiado el 10 de julio de 1939 por el actual de "Tirso de Molina", y en los años 60 se ampliaron sus andenes a 90 m. Entre 2004 y 2005 fue reformada cambiando paredes y bóvedas, de manera que en la actualidad tiene vítrex amarillo.


Foto José M. Bustos

Las estaciones de Metro se fueron diseñando una a una en función de su situación. Se proyectaron tres grandes  tipos: Las estaciones principales, con grandes templetes que incluían ascensores,las estaciones con balaustrada de granito y poste anunciador y las estaciones más sencillas con barandillas metálicas.
Tirso de Molina es una estación de que tiene una balaustrada de granito pulido y que,  carece ya del poste anunciador, que estaba bellamente decorado.


Foto Jose M. Bustos

Antonio Palacios eligió un tipo de balaustrada con pequeños huecos estilizados y rectangulares, muy habituales en sus edificios. En el  vestíbulo  podemos ver una rica variedad colores. La bóveda está cubierta de azulejo blanco biselado, con frisos de cerámica de Toledo, en reflejo de oro y cobre. Sobresale un escudo  de Madrid en la mísma línea.

Foto José M. Bustos

Cuando Alfonso XIII inauguró en 1919 la línea original, de Sol hasta el entonces límite de la ciudad en Cuatro Caminos, ésta contaba con un escudo del oso y el madroño realizado en bronce. Después de varios avatares, la insignia fue trasladada a la estación de Tirso de Molina, en cuyo vestíbulo permanece sobre un plafón de azulejos de color blanco y azul. Los azulejos y la cerámica fueron los componentes que se utilizaron como medios decorativos durante las primeras etapas de crecimiento del suburbano, en las que participaron colectivos tan significativos como los de Santibáñez y Alfaraz.


Foto José M. Bustos

Si estais por la zona y tenéis que tomar el metro no dudéis y entrar por la estación de Tirso de Molina. Merece la pena.


BIBLIOGRAFÍA

Enlaces
Libros
Casas, cosas, casos de Madrid  de Maria Isabel Gea de Kaydeda Editorial
Guia del Madrid Mágico de Clara Tahoces de Ediciones Martinez Roca

Video Telemadrid


NOTA
Podéis utilizar todo el material de esta entrada pero por favor mencionar la fuente.


27 marzo 2015

LOS HUESOS DE DON MIGUEL Y OTROS HUESOS DE LITERATOS DEL SIGLO DE ORO

Esta semana el profesor Francisco Echeverría a declarado al mundo que de los restos encontrados en la cripta del convento de las Trinitarias del barrio de las Letras de Madrid puede haber unos restos pertenecientes al mas grandes de los escritores de la lengua castellana Don Miguel de Cervantes y su mujer.


Huesos de la cripta de las Trinitarias, fuente el Mundo

Esta afirmación no se corresponde a pruebas ciertas, sino a la "existencia de muchas coincidencias y ninguna discrepancia". No hay ADN que verifique las conclusiones y no lo habrá, puesto que la hermana del escritor, monja carmelita, se encuentra enterrada en el osario de un convento en Alcalá de Henares, lo que hace inviable el cotejo de muestras.
 “Tenemos unas mandíbulas  que pueden ser de Cervantes perfectamente, porque les faltan los dientes en vida, que es lo que nosotros estábamos buscando: un individuo que teniendo 70 años tuviera seis dientes o menos y tuviera unas lesiones en el brazo”.


Estatua de Cervantes Plaza de España, foto José M. Bustos

Para llegar a esta afirmación los investigadores que han realizado las excavaciones nos dicen que  el hallazgo no se ha producido en el punto de enterramiento donde el escritor fue sepultado en 1616 sino el sitio al que se trasladaron sus restos óseos con posterioridad debido a las reformas que ha sufrido el convento a lo largo de los años.
 Cervantes permaneció muy poco tiempo enterrado en la primitiva iglesia de San Ildefonso. 
Después de explorar los 36 nichos encontrados en la pared de la cripta y descartar la posibilidad de que alguno de ellos albergase restos tan antiguos, se trasladó la investigación al subsuelo de la misma. 

Allí se encontraron tres momentos de enterramiento:
Una primera cota con un gran número de enterramientos infantiles, un segundo nivel donde encontraron enterramientos con féretros y un último nivel debajo de las baldosas de la cripta con otros enterramientos de adultos con ataúd.
Estos últimos restos del tercer nivel son los que parece por cronología y análisis de los restos textiles  XVII  y una moneda de Felipe IV y  que son los trasladados desde la antigua iglesia a la iglesia actual. Son restos de 15 personas adultas.

Cervantes, fuente Wikipedia

Otro hito en la investigación fue aportada por un funcionario del ayuntamiento, Francisco Marín Perellón, que arrojó luz sobre la historia del convento de las Trinitarias. Para ello, investigando en antiguos archivos dio con el libro de muertos de la iglesia parroquial de San Sebastián de Madrid (Libro 4º de Difuntos, años 1609-1620), en la que encontró la lista de las personas enterradas la primitiva iglesia del convento de las Trinitarias. En total, 17 personas, que los investigadores consideran compatible con el grupo de 15 individuos (como mínimo) cuyos restos se han encontrado.

Estas personas, por orden de enterramiento, son: Francisco de Villafaña, Juana López, Miguel de Cervantes, Francisco Martínez, Francisco de Santiago, María Gaitán, Gabriel Martínez, María Gutiérrez, Francisco Martín, Catalina Salazar, Niño de Pedro Paraller. Niño de Pedro Paraller, María de Padilla, Niño de Pedro Cáceres, Niño de Juan Sánchez, Niño de Miguel Salinas y Niño de Miguel Sánchez.

En conclusión ya se ha encontrado a Don Miguel.

Desde mi punto de vista creo que hay que dejarlo en paz y enterrado donde fue su voluntad, en el convento de la Orden Trinitaria de la que formaba parte desde que le rescataron del cautiverio de Argel.

OTROS HUESOS ILUSTRES

Lope de Vega, el Fénix de los ingenios o monstruo de la naturaleza, apodo que le puso su rival Cervantes.
Tras su muerte en 1635 fue enterrado en la iglesia de San Sebastián de Madrid, pero como nadie pagó el importe del entierro. entre 1658 y 1664, Lope fue arrojado al osario común de la parroquia, que hoy queda prácticamente debajo de la capilla donde está la hornacina vacía que la Real Academia Española mandó erigir.


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Lope de Vega en la Biblioteca Nacional, foto José M. Bustos

Calderón de la Barca

Muere en 1681, es enterrado en la madrileña Iglesia del Salvador con  sus ornamentos sacerdotales y el hábito de la Orden de Santiago. Y allí reposó 159 años, hasta que el mal estado de la Iglesia del Salvador obligó a su derribo. Los restos de Calderón fueron trasladados en 1840 al cementerio de la Sacramental de San Nicolás. Otros 29 años y nuevo traslado.

En la Primera República se crea un Panteón de Hombres Ilustres en la Iglesia de San Francisco el Grande. De entre los ilustres que fue posible localizar con certeza se encontraba Calderón de la Barca.  Mientras se termina los trabajos del Panteón, los restos del bueno de Don Pedro descansan temporalmente durante 5 años en una capilla de dicha parroquia.

En 1874, vuelta a su lugar de origen, el cementerio de San Nicolás.
Pasados 32 años, en 1912, sus restos son de nuevo exhumados para su traslado a la nueva sede de la congregación. Y llegamos a 1936. La iglesia de San Pedro Apóstol de la calle San Bernardo sufrió el saqueo e incendio por parte de los milicianos republicanos, el 20 de julio.

La versión oficial dice que el párroco, anticipándose al saqueo, escondió los restos de Calderón para preservarlos de las llamas. Murió sin desvelar su paradero y aun hoy se cree que pueden estar escondidos en algún lugar secreto de la iglesia, aunque los trabajos llevados a cabo para su localización no han dado resultados satisfactorios.



Calderón en Santa Ana. Foto José M. Bustos
Quevedo

Falleció en 1645. Y su deseo era ser enterrado en Convento de Santo Domingo de Villanueva de los Infantes. Al menos, hasta que pudiera ser trasladado al Convento de Santo Domingo el Real, en Madrid, donde reposaba su hermana Margarita.
Los dominicos, al parecer, no quisieron hacerse cargo del asunto por lo que fue una familia del Lugar, Los Bustos, quienes asumieron la tarea, y lo enterraron en su propia cripta en la iglesia de San Andrés Apóstol.


Quevedo en Barrio de las letras, foto José M. Bustos
Tirso de Molina

Fallece  en 1648 en el convento de la Merced de Almazán. Allí se pierde su pista, ya prácticamente desde el momento de su fallecimiento, pues no  se sabe si fue enterrado en el cementerio de la iglesia del convento de forma anónima, con el resto de los religiosos.
El convento de la Merced sufrió los efectos de la desamortización de 1835, siendo los monjes que lo habitaban expulsados del lugar y los bienes que hasta entonces habían sido suyos fueron vendidos por el gobierno. Hoy en día, pese a que en las últimas décadas se ha luchado por conservar lo que queda del convento, los restos de Tirso de Molina siguen perdidos


Tirso de Molina fuente Wikipedia

BIBLIOGRAFIA



NOTA:
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