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27 octubre 2022

LA ANTIGUA FÁBRICA DE TABACOS DE EMBAJADORES

Muchos de nosotros hemos pasado mil veces por un gran caserón ubicado en la calle Embajadores, muy cerca de la Glorieta del mismo nombre y justo en frente del Instituto de enseñanza secundaria Cervantes.

El edificio data del siglo XVIII, del reinado de Carlos III, aunque se finalizó en 1790 ya en el reinado de su hijo Carlos IV. Es una muestra de la ya casi desaparecida arquitectura industrial de Madrid

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, Carlos III fuente Wikipedia


El edificio fue un proyecto del arquitecto Manuel de la Ballina, era el típico inmueble destinado a fábrica de manufactura por su concepción y gestión de los espacios.

El proyecto nace por la necesidad de almacenar en algún sitio los productos estancados del monopolio del Estado, es decir de los que la Corona tenía Monopolio de comercialización. El edificio se concibe inicialmente como Real Fábrica de Aguardientes y Timbres, pero, al poco tiempo, se vació de contenido al otorgar el Gobierno a la condesa de Chinchón la concesión de los licores y a Heraclio Fournier la de las barajas y naipes.


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, fuente www.latabacalera.net


Llega así el nuevo siglo y la nueva dinastía con José I, el hermano de Napoleón. Los franceses se acantonan en Madrid en varios edificios, uno de los cuales fue esta fábrica, que ya estaba cerrada.
Después el rey Bonaparte recupera la funcionalidad industrial del recinto destinado a Fábrica de Tabacos. Funcionó con carácter provisional hasta comienzos del año 1816 en que se paralizó para estudiar si era conveniente o no que continuase. Tras varios años de informes favorables y tímidos intentos de restitución, finalmente, en junio de 1825, la Dirección General de Rentas Estancadas autorizó el restablecimiento definitivo del trabajo en la fábrica, dando ocupación a 800 cigarreras

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, fuente www.madrid.org


Ahí está una de las particularidades y señas de identidad de esta Fábrica, los obreros eran mujeres (sucedía lo mismo en Sevilla en la otra Fábrica de Tabacos). El número de mujeres llegó a ser de más de 4.000 a finales del siglo XIX, siendo una de las mayores concentraciones obreras de Madrid.
A partir de 1887, con la cesión de la explotación del monopolio a la Compañía Arrendataria de Tabacos, se acometieron reformas y obras de saneamiento para solucionar los graves problemas derivados del hacinamiento y la falta de higiene que modificaron, en parte, la vieja estructura del edificio que también se modifica condicionado por el avance tecnológico en la industria tabaquera con la modernización de la maquinaria y sustitución del trabajo manual.
El hecho de que los obreros fuesen mayoritariamente mujeres hacía también obligatoria alguna reforma en el edificio para atender a sus necesidades: la creación de una escuela-asilo para los hijos de las obreras en 1840, diferentes salas de lactancia o “salas de la leche”, habitaciones con cunas y camas para los niños ya en la década de los años 30 del siglo XX.

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, fuente diario El País


Esta gran concentración de obreros prolongada por más de 160 años hace de la Fábrica un referente en Madrid del Movimiento Obrero desde principios de siglo XIX a mediados del siglo XX, las cigarreras son consideradas uno de los colectivos pioneros del movimiento obrero. 
La profesión de cigarrera se heredaba de madres a hijas, las obreras vivían en las proximidades de la Fábrica principalmente en Lavapiés, Huerta del Bayo y Cabestreros, se alojan mayoritariamente en casas humildes como las Corralas o patios de corredor. La proximidad de las viviendas, que facilitaba la simultaneidad de funciones, espacios y tareas en el vivir cotidiano de las cigarreras mantuvo durante años en el ritmo de vida del barrio.

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, interior corrala, fuente uam.es

Las cigarreras manifestaron siempre una importante conciencia social con asociacionismo obrero canalizado a través de sindicatos con una gran capacidad de movilización y lucha obrera, tal y como muestra el famoso motín ocurrido en la fábrica en 1830. La presencia y solidaridad de las cigarreras se destacó en manifestaciones públicas, motines de subsistencia, protestas de carácter político, o en las numerosas muestras de apoyo ante las frecuentes tragedias que azotaban a las clases trabajadoras madrileñas, saliendo de estos talleres destacadas líderes sindicales que se comprometieron con la lucha feminista. Una parte importante de la historia del Movimiento obrero en Madrid.

El Edificio

El edificio tiene planta rectangular con grandes proporciones, distribuida en torno a tres patios para darle mayor ventilación e iluminación. Sus fachadas, de gran sencillez de líneas, presentan un zócalo de granito, cornisas separando las cuatro plantas y frontones en las esquinas. 

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, fuente Google Maps

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores,  foto José M. Bustos


Esta sencillez sólo está rota en la fachada principal, a la calle Embajadores, donde aparecen tres puertas en una disposición simétrica, enmarcadas con pilastras de orden dórico, resaltando la puerta central principal con un balcón, donde puede observarse un escudo de armas, corrido y una ventana enmarcada encuadrada con cartela sobre el entablamento.

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos


Uso actual 
El Edificio es de titularidad pública, es BIC (Bien de Interés Cultural), está adscrito al Ministerio de Cultura, en concreto, de a la Dirección General de Bellas Artes. La Fábrica de Tabacos de Madrid se desocupa definitivamente en el año 2000, justo después de la privatización de La Tabacalera/Altadis. El edificio quedó abandonado durante diez años de progresivo deterioro y nulo mantenimiento, ahora está cedido a una asociación, la  LTBC y es un centro social, impulsa la participación directa de l@s ciudadan@s en la gestión del dominio público. Un centro cultural que entiende la cultura como una noción que abarca las capacidades creativas y sociales de la ciudadanía.


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

En los 28.000 metros cuadrados del inmueble hay dos tercios de sus estancias vacías. Las actividades culturales que se realizan en el edificio se ubican en la planta baja y en el sótano. Por un lado, está el Centro Social Autogestionado que programa talleres, cursos, y conciertos y, por el otro, el Ministerio de Cultura que organiza exposiciones temporales y proyectos de arte contemporáneo.


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos



Como vemos es un edificio que se resiste a morir y quiere seguir prestando sus servicios a esta Villa. Con un extenso pasado y un prometedor futuro ya que por su tamaño, disposición y ubicación puede ser utilizado para muchísimas cosas.


Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos

Miradas de Madrid (MdM): Tabacalera de Embajadores, foto José M. Bustos




CIBERGRAFÍA

http://madridtectura.com/2018/02/27/la-antigua-fabrica-tabacos/?fbclid=IwAR3u3WkoFwKbeK3zrsLg2nN2BCLPDbWYeDbJ4MmpGLHhhNOAvVS9tZZIG10


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