Sigueme en Facebock y en Instagram en:

08 octubre 2017

CALLE DEL CODO: EL MEADERO DE FRANCISCO QUEVEDO

En esta entrada vamos a hablar de una pintoresca calle del Madrid de los Austrias: La calle del Codo.


La calle del Codo es una calle antigua, conserva el trazado del Madrid Medieval sin variación hasta nuestros días. Estrecha, irregular, siempre en sombra, ajena al sol por su tortuoso trazado y por su estrechez.

Ubicación fuente google Maps


Tiene 86 metros de longitud y comunica la Plaza de la Villa con la Plaza del Conde de Miranda, esa plaza donde está el Convento de las Carboneras. En este caso, por su forma, no es muy difícil saber de dónde le viene al nombre a la calle  que parece un brazo doblado en 90 grados y que se ha llamado así siempre


Foto José M. Bustos 

En el famoso plano de Texeira de 1654 se puede observar la callejuela aunque no aparece su nombre. En el plano de la villa y corte de 1800 esta calle ya aparecía con su nombre dentro del barrio de San Justo.

Foto José M. Bustos 

Foto José M. Bustos 

En esta calle haciendo esquina con  la Plaza de la Villa se encuentra la Torre de los Lujanes, de estilo mudejar y fechada en el siglo XV. Aquella en donde estuvo prisionero el rey de Francia Francisco I después de la batalla de Pavía Toda la manzana que conforma los pares de la calle está especialmente protegida al ser considerada entorno histórico artístico.

Aparte del la Torre de los Lujanes en esta manzana está la antigua Hemeroteca Municipal, la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País y la Iglesia del Corpus Christi.

Foto José M. Bustos 

Foto José M. Bustos 

En la parte de los impares no existe este grado de protección singular. Aquí se sitúan los pocos comercios que tiene la calle digamos que es la parte "moderna" de la calle.

Esta calle por su estrechez era preferida para los duelos de espadachines del siglo de oro. Arturo Perez Reverte recoge con maestría en su obra "El Caballero del Jubón Amarillo”, libro perteneciente a la serie del Capitán Alatriste donde relata un duelo en esta calle del Capitán con unos sicarios que quieren asesinar a Guadalmedina.


Foto José M. Bustos

Pero lo más famoso de esta calle es la leyenda de Don Francisco de Quevedo (uno de los grandes del siglo de oro, el más agudo de todos) que se ha transmitido de boca a boca durante los años.

Don Francisco parece ser que de vuelta de sus correrías tabernarias tenía la costumbre de aliviar su vejiga  siempre en la misma tapia con el consiguiente disgusto de sus vecinos. 


Foto José M. Bustos

Uno de los vecinos, con la intención de tocar la conciencia del literato, pintó una cruz con el mensaje "No se mea donde hay una cruz". A Don Francisco no le gustó ni un pelo el cartelito de marras y fiel a su ironía, contestó con un nuevo depósito y otra frase: "No se coloca una cruz donde se mea".


Foto José M. Bustos. ¿Por que no aquí el lugar que tanto gustaba a Quevedo?

Este madrileño universal  como siempre genial 


Fuente Wikipedia 

BIBLIOGRAFIA




NOTA:

Puedes utilizar toda la información contenida en esta entrada pero por favor cita su origen y el nombre del Blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario MdM